El consumo adecuado de zinc es esencial para la salud y el desarrollo de los niños. Este mineral desempeña un papel crucial en el crecimiento, el sistema inmunológico y la función cognitiva. La falta de zinc puede afectar negativamente el crecimiento y la capacidad del sistema inmunológico para combatir enfermedades, lo que aumenta el riesgo de infecciones en los niños.

Los alimentos ricos en zinc, como carne, legumbres, nueces y productos lácteos, deben incluirse regularmente en la dieta de los niños para garantizar un adecuado suministro de este mineral. Además, en regiones donde la deficiencia de zinc es común, los suplementos pueden ser recomendados bajo supervisión médica. Promover una alimentación balanceada que incluya fuentes de zinc es fundamental para el bienestar y el desarrollo saludable de los niños.

En resumen, el zinc juega un papel crucial en varios aspectos de la salud infantil, desde el crecimiento hasta la función inmunológica. Asegurar una ingesta adecuada de zinc a través de una dieta equilibrada es fundamental para promover el desarrollo óptimo y la resistencia a enfermedades en los niños.

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